Aunque la Sociedad Central Canina Francesa ha reconocido a esta raza en 1951, sus orígenes son mucho más antiguos, descendiendo en línea directa, del gran sabueso leonado de Bretaña. En efecto, se dice que se originó en las jaurías de gran leonados de Madame de Beaujeu célebres en 1400 y constituidas por perros de carácter violento y poco fiable hasta el punto de que los extraños no podían acercarse a ellos. La reducción del tamaño con la introducción de sangre de otras razas, ha llevado a una sustancial modificación del carácter, que aún siendo algo fogoso, es de total docilidad. Su difusión fue disminuyendo progresivamente a partir de finales del siglo XIX y hoy puede encontrarse en unas pocas jaurías, no muy numerosas, mantenidas por un grupo pequeño de apasionados cazadores bretones que continúan criándolo y utilizándolo para la caza del zorro.